"La demora me perjudica", una frase que se volvió típica por toda Colombia cuando Orlando Liñán personificó a Diomedes Díaz (El Cacique de la Junta). Pero de la demora que vamos a hablar hoy, es la demora de empezar un proyecto.
Muchos vivimos de sueños tras sueños, pero muy pocos empiezan de verdad a construirlos. El primer paso y el más importante es iniciar: Esta demora te perjudica.
Muchas metas implican tiempo en desarrollarlas, no podemos estar desperdiciando nuestra vida haciendo nada, debemos ser constantes todos los días. Pero, si no empiezo, ¿cuándo lo voy a lograr algo? Nunca.
Empiece hoy, sin excusas. Levántate, sacude esa pereza e inicie tu proyecto. Porque la demora te perjudica. Y no puedes seguir perdiendo el tiempo.
¡Qué ya perdiste la esperanza! Oyee no joda.
La esperanza sólo se pierde por no comenzar o por no volverlo a intentarlo. Para empezar, no necesitas estar inspirado o motivado; pero si lo estás, lograrás aprender el cómo se deben hacer las cosas para ser exitoso o exitosa, de una forma más adecuada.
El problema grave sería el no tener sueños y el renunciar a estos. ¿Qué has hecho para empezar? ¿Te has comprometido a seguir sin importar los obstáculos?
Es necesario empezar todos los días, cada intento con la emoción de la primera vez, pero con la experiencia sabia que dan las derrotas. Motívate, pues la demora te aleja del éxito, más del aquel que se requiere detalle y precisión. No te demores en volver a empezar, a volverlo intentar.
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