La mayoría de veces esperamos en promesas, inactivos y confiados en que las cosas ocurrirán por magia del destino y así morimos.
Existe en nuestra mente una cierta programación a ello, a la ley del menor esfuerzo y esperanzados en los demás. Esto esta mal y habrá que erradicarlo de primera mano. No podemos esperar que las cosas pasen.
Qué esperas, levántate y sal a buscarlo. ¿Qué esperas?
No hay personas más inteligentes que tú, sólo hay personas que hacen más cosas que tú.
Si tú hicieras todo lo que dices que vas hacer, podrías ser lo que quisieras. Repítela: Si tú hicieras todo lo que dices que vas hacer, podrías ser lo que quisieras. Grábate eso en tu mente, como un tatuaje.
Te prometieron un trabajo, sal a buscarlo.
Te prometieron amor, sal a conquistar.
Te prometieron un dinero, sal y trabaja.
Te prometieron riqueza, ve e invierte, aprende y luego invierte.
Te prometieron alimento, sal y gánatelo.
¿Qué vas hacer hoy? hazlo, hazlo, hazlo, sin vacilar. Pero hazlo.
Aquí, no se debe confiar en promesas. La idea consiste en hacer, hacer y hacer (descansa también). Y todo esto enfocado a un objetivo a la vez. Recuerdas la frase: Si tú hicieras todo lo que dices que vas hacer, podrías ser lo que quisieras.
Bueno. Para esto no hay secretos, eres tú el que lo decide y el que lo pone en marcha. Sé tu mismo, deja tus miedos y sal a triunfar. ¿Quién dijo miedo? Rétate a ti mismo, ponte metas, sacúdete la pereza.
No importa si fracasas, sigue haciendo. No importa si pierdes el horizonte, sigue haciendo. No importa si te aconsejan que te retires, no lo hagas, sigue haciendo. Siempre empujando, empujando las cosas sin vacilar, hasta ver la luz en el final del túnel (metafóricamente hablando)..
Así empieza tu camino, empieza hoy. No te duermas sin haber hecho algo importante. Bueno, ya tienes sueño, que le vamos hacer. Recuerda, no hay más inteligentes que tú, sólo que los que triunfan hacen más cosas. Por eso no esperes que las cosas sucedan, haz que pasen.
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